miércoles, 13 de abril de 2011

Entrevista con la doctora María Luisa Femenías - Directora del CINIG de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación - UNLP

“Es importante hacer historia de las mujeres, porque siempre estuvimos presentes, pero hubo mecanismos que han invisibilizado nuestra presencia”

Por Lic. Florencia Cremona, directora del Centro de Comunicación y Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social –Directora del Observatorio Comunicación y Género FPy CS UNLP


La Dra María Luisa Femenías, en esta entrevista, analiza el rol de las mujeres en la historia y los estereotipos de lo femenino que circulan en la sociedad actual y en los medios de comunicación en Dialogo con los aportes y análisis  compartidos por la directora del observatorio de Género y Comunicación,  Florencia Cremona.

FLORENCIA CREMONA-¿Cómo podría historizar los estudios de la mujer que dieron origen al actual debate del género en la comunidad universitaria?

MARÍA LUISA FEMENÍAS: Argentina tiene una larga tradición de reivindicación de los derechos de la mujer que podemos ubicar desde finales del Siglo XIX. Como eso no podemos historiarlo, me voy a centrar fundamentalmente desde la recuperación de la democracia hasta la actualidad. Hubo antes de la última dictadura grupos de mujeres y trabajos teóricos sobre la mujer que durante el período dictatorial tuvieron que  disolverse por el tipo de trabajo que se realizaba o porque  las  miembros de esos grupos tuvieron que exiliarse. María Luisa Bemberg, por ejemplo, con el grupo UFA (Unión Feminista Argentina) realizó un estudio no sólo de relevamiento empírico, sino un estudio teórico interesante que se reflejó en la obra cinematográfica de ella. Acá tenemos una especie de “semillero” que  estuvo en parte invisibilizado porque no eran temas que podían tratarse en ese período, pero que generaron focos de atención e inclusión que con la recuperación de la democracia reflotan y por tres motivos.
El primero de ellos fue porque muchas mujeres volvieron del exilio. Al estar en el exterior tuvieron contacto con bibliografía que era novedosa y aquí estaba vedada. Segundo, porque de manera subterránea las mujeres que estábamos aquí seguíamos trabajando estos temas, aunque nos los pudiéramos difundir. Y tercero, porque la noción misma de democracia significaba democratizar las relaciones dentro de los partidos y de varones y mujeres entre sí. En general las mujeres no formábamos parte directa de las estructuras partidarias, por lo menos  no mayoritariamente ni de manera estructural, sino como apéndice o voluntariado, sin darle mayor importancia en las grandes estructuras partidarias ni en la democracia misma.
 Ahí entonces surgen muchas tensiones; por un lado, la necesidad de hacer una articulación teórica de los derechos de la mujer porque, sin duda, el reclamo público era por los desaparecidos y anclado en la lucha que habían llevado las Madres y las Abuelas. La necesidad de hacer una ley de divorcio, que no había, la necesidad de legalizar a los hijos llamados naturales porque eran hijos productos de segundas parejas, todo esto movilizó a hombres y mujeres pero, sobre todo, a las mujeres por sus propios derechos, por consolidar legalmente a sus propias parejas e hijos y poder tener un espacio social de reconocimiento.  Obviamente todos los reclamos necesitan de teoría para solventarlos porque cuando van a debate en el espacio público o en las cámaras hay que argumentar, sino se argumenta se cae.  Las facultades de humanidades y psicología fueron una de las primeras que empezaron a aportar teóricamente para sostener los reclamos de igualdad.
Este primer momento, entonces, está anclado a lo que fue el  feminismo de los 60 y toda la historia  de las reivindicaciones de igualdad  en la Argentina que datan de finales del Siglo XIX y que incluyen reclamo por igual herencia, derecho al voto, igualdad en los salarios, etc.  Que se fueron cristalizando en distintos momentos de nuestra historia.
Cuando comienzan a introducirse seminarios en la academia, yo no estaba en La Plata aun, empieza a aparecer bibliografía extranjera, porque lo que aquí existía era menor en cantidad y en densidad  que viene junto  con el debate de género. Viene todo el abandono de la noción de feminismo que parecía un término polémico y comienza a introducirse en los primeros seminarios  en Psicología y Sociología de la UBA, con el nombre de teoría de género.

FC-¿Por qué empieza a usarse el gender como variable? ¿Por qué se considera muy extrema la categoría de feminismo?
MLF: Hay cuestiones teóricas. La fundamental es la desarticulación de la relación necesaria que se suponía o que se presuponía antes entre biología, naturaleza y elección sexual. La noción de gender  desarticula esto. Los estereotipos de hombre y de mujer son constructos, lo que significa que no hay una relación causal con la naturaleza,  tampoco hay una vinculación causal con el objeto de deseo. Por lo tanto, hay que  buscar otro término que pueda abrir el espectro y mostrar matices  que la concepción originaria no mostraba.

FC: -Es decir hay una ampliación…
MLF: Si. Hay una profundización teórica respecto de una cierta perspectiva. De todas maneras, como yo creo que no son exactamente lo mismo  mantendría  el término feminismo para ciertas reivindicaciones y el término de género para otras. De la misma manera que aparecen en el tapete en los ´80 la noción de estudios sobre la mujer.  Esta noción, de estudios de la mujer, puede no ser feminista y puede no reivindicar género, puede hacer una lista de mujeres que se visibilizan pero sin reivindicar igualdad por ejemplo, pero sí reivindicar derechos.

FC: -Esto tiene importancia para los y las comunicadoras, porque si bien en la profundización teórica nosotros sabemos como aparece la categoría de género, en el discurso público se sigue articulando y equiparando el  género con mujer y o estudios de la mujer.
MLF: Yo diría que son tres variables distintas y no despreciaría ninguna. Creo que es importante hacer historia de las mujeres, porque  siempre estuvimos a lo largo de la historia pero  hubo mecanismos históricos que han invisibilizado su presencia.  Cuando hago reclamo por derechos igualitarios ya estoy sumergida en una postura feminista, que puede incluir o no lo otro; y de la misma manera, cuando estoy desvinculando la noción de naturaleza y de cultura como una relación no necesaria y causal, entonces estoy entrando dentro del espacio de gender. Por eso, cuando digo violencia contra las mujeres no es violencia de género. Porque cuando yo quemo a una mujer, estoy quemando a una mujer, pero cuando discrimino a una persona que tiene una elección sexual no mayoritaria, estoy haciendo gender, sea varón o sea mujer.
También es violencia la que nosotras tenemos marcada cotidianamente como femicidios, con todos estos casos de incendiar a mujeres es claramente contra mujeres. En cambio, cuando hay muchas veces agresión sexual puede haber contra niñas y/ o contra niños o adolescentes jóvenes cuya elección sexual no está clara todavía, a veces por la edad o porque su preferencia no es la hegemónica. Ese es otro tipo de violencia, siempre la relación de jerarquización, un superior hegemónico contra un inferior minoritario que se define de diferentes maneras.

FC: -Nosotros estábamos analizando lo que significaba  el quemar y la reminiscencia que  hace a las  mujeres qemadas en la hoguera por brujas, las quemadas por decir, por poner en cuestion el orden social
MLF: La quemadura carcome, es una forma de penetración y de marca irrecuperable. Todo el cuerpo se ha convertido en una vagina penetrable. Si uno hace una analogía metafórica, la penetración está hecha en todo el cuerpo y deja la marca.

FC: -Claro aquí aparce tambien el aniqilamiento de la belleza que ademas es el atributo mas valorado en la sociedad occidental. Todavia es muchisimo mas importante ser bella que rica, bella que poderosa, bella que inteligente.  Justamente la variable que analizamos en los medios, desde el Observatorio,  fue el topico  belleza se equipara con salud, como antitesis podria leerse la no belleza como enfermedad…destacando la importancia suprema que tiene la belleza para la legitimidad social femenina.
MLF: Si. Porque además se considera un valor y se prestigia  la belleza que pertenece al orden de lo natural. Es decir, nadie elige ser bella, alta, delgada, se nace así, no es un mérito. Entonces se ratifica aquello que es del orden de la naturaleza y se minimiza lo que es el orden del esfuerzo individual. En alguna medida porque se considera como un “minus individuo”.

FC: -Tengamos presente el caso de las presentadoras  de Tv y / o periodistas que son modelos o ex vedettes. Siempre comentando, asisntiendo a chistes bobos o señalando la hora y la temperatura… recuperando lo qe venimos conversando, qué significa según tu criterio que a estos cuerpos femeninos se les habilite la palabra.
MLF: Por un lado, la transmutación de la capacidad intelectual por el aspecto físico donde la mujer, indistintamente de lo que diga, tiene que tener una presencia que cubre el paradigma del estereotipo de mujer clásico, sino su palabra tampoco es audible. Incluso muchas veces uno ve que la función es de apoyatura. No hay una función enunciativa y menos una función veritativa. Amelia Balcarce, que es una filósofa española, siempre dice que la palabra de la mujer históricamente no es palabra de autoridad, por lo tanto, cuando dice algo lo tiene que decir “bellamente”, incluyendo el cuerpo, para ser oída. Lo cual no significa que lo que diga pueda ser considerado verdadero, pero por lo menos  para ser oído.

FC: -Si vos te fijas en los programas de opinión sobre los problemas de politica y economia global o los nodos centrales del debate local, jamas vas a ver analistas mujer, hay especialistas contratadas sólo para temas puntuales  como se dio en el caso del aborto por ejemplo y durante el debate sobre el matrimonio igualitario aparecio  María Rachid como militante gay , pero siempre como para tratar de respetar la ley de cupo...
MLF: En relación al matrimonio igualitario, lo que yo vi del debate, quienes opinaron fueron sólo hombres. Con esto se evidencia un total ocultamiento de la homosexualidad femenina que sigue manteniendo la jerarquía varón- mujer aun dentro de las sexualidades no hegemónicas. Eso es muy significativo porque muchas veces molesta y creo que hay que decirlo, que algunas posiciones desde género son misóginas.

FC: -El homosexual varon sigue teniendo mayor jerarquía social…
MLF: Acá de nuevo surge que género y feminismo no es lo mismo. El feminismo lucharía contra la misoginia, el género a veces si a veces no, depende de quién lo promueva. Nosotros hemos parcializado los debates,  estos debates hay que  profundizarlos porque sino no rompemos la jerarquización naturalizada de varones y mujeres.

FC: -Hemos notado en las diferentes mesas del encuentro de Genero y sexualidades que se agrupa lo gay, lo trans, lo queer dentro de lo mismo y no es lo mismo. …
MLF: Por las consultas que he recibido se reproducen patrones de violencia y eso es muy grave. Uno siempre habla de la violencia dentro de la pareja varon- mujer pero nunca aparece tematizada la violencia dentro de la pareja gay o lesbiana. El tema es que no se modifican los roles estereotipados y se reproducen los esquemas de violencia de las parejas  heterosexuales y eso es muy complicado de abordar sin violentar, sin desmerecer y sin invisibilizar, son como varios desafíos juntos.

FC: -Porque en esto se estaría dando, desde el discurso de la hegemonía, significados marginales en los cuales la heteronorma  es el sentido principal  y a todo lo otro se le  da un mismo significado. Desde el punto de vista de la comunicación, trabajar esos significados alternos implica singularizarlos también,  porque no es todo lo mismo.
MLF: El todo lo mismo es una voluntad de indistinción donde alguien gana. Cuando alguien genera un todo homogéneo donde hay muchas diferencias, alguien gana, no sabemos quién pero algún sector triunfa.  Se tendría que poder desmembrar esto, mostrar las diferencias,  las sutilezas, los matices y a partir de ahí promover debate.

FC: -Siguiendo tu problematización con Butller sobre la categoría mujer, en que punto estamos…
MLF: Yo creo que hay que mantenerla. Feminismo no es todo lo mismo.  Pero uno lo sigue viendo en ciertas cosas. En las maquilas, por ejemplo, los empleos  son siempre de mujeres y niñas, nunca hombres. Sigue habiendo índices que no se han revertido, por lo tanto apoyo la teoría de género, al feminismo y a la teoría de los gays. Creo que son guías que hay que llevar adelante y no equipararlas porque son cosas diferentes, que tienen objetivos distintos para revertir situaciones distintas.

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